A veces deseas algunas cosas hartísimo y estas no llegan, o pasan los días y te das cuenta de que no era tan importante que llegaran. Te mueres de ganas de ver una película y cuando las ves si te gusta tienes suerte y si no pasa completamente equis y entonces es cuando te dices “Tanto que espere para esto” Eso por las mentadas expectativas, tenemos expectativas a veces infundadas en las fantasías frustradas que albergamos por ahí. Yo me moría de ganas de ir a un lugar, y hasta me llegué a imaginar ahí, luego me dijeron una cagada ególatra en torno a que no estaba invitada a ir al mentado lugar. Y después me soltaron la frase de “Pero si quieres…” y esa frase tiene la característica de enojarme. ¡Que se joda! Eso me pasa por andar de imaginativa. Entonces tomé la actitud de “Ah, bien” y das la media vuelta y reflexionas.
Este es sólo un ejemplo. Lo menciono porque ya lo había olvidado, y porque hoy, después de varios días me siento toda feliz. Me siento muy chida, me siento pura sonrisita, y cuando se siente así pues hay que disfrutarlo…. Gozar… ¿Qué yo quería ir a donde? ¡Nah qué hueva, a la próxima quizá!
Este es sólo un ejemplo. Lo menciono porque ya lo había olvidado, y porque hoy, después de varios días me siento toda feliz. Me siento muy chida, me siento pura sonrisita, y cuando se siente así pues hay que disfrutarlo…. Gozar… ¿Qué yo quería ir a donde? ¡Nah qué hueva, a la próxima quizá!