the word is on your lips... say the word.
Estaban en la cocina mi madre y mi hermana, yo escuché desde la sala esto:
-No me parece bonita Cecilia Galeano, está bien fea, bien carona.
-Sí, se ve como que muy vulgar siempre, no viste bien y ni el cabello negro ni el güero le quedan.
-No sé por qué anda con el Ruli.
-No le queda para nada!

Me dio risa porque ya quisiera yo andar con Sebastian Ruli, me gusta. ¿Es acaso que las mujeres siempre tenderemos a viborearnos así?, destrozarnos con comentarios aparentemente inofensivos que en ocasiones hasta van disfrazados de crítica constructiva. Yo tengo ese terrible error (¿hereditario?), a veces hablo de más, a veces me he llegado a expresar mal de personas a quienes conozco. Y eso no me gusta, claro, porque si pides respeto primero tienes que darlo. Desde el viernes que no puedo dejar de escuchar algunas canciones que se me han quedado en la cabeza. Hay una pop que es tan poderosa para mí como un resistol lo es para los drogos pobres o la heroína para los yuppies. Siempre resongué en la escuela porque se me quedaba una canción a la segunda escuchada mientras que tardaba horas memorizando un párrafo para dar clase. Mi memoria está cada día más criminal. Han regresado los momentos de censura perdonen las molestias que esto pueda ocasionar.