sacúdeme

Nuevo inicio de año, blogbebé. Años luz desde la última vez que escribí en mi blog -al que tanto quiero-. Los triki trakes perdieron, ya nadie se acuerda de ellos. Pasé la navidad en casa de mi hermana, improvisamos una posada y hubo piñata. No hubo regalos. Fui la fotógrafa de la noche. Yo estaba de un humor de la chingada, tristeza y esas cosas. Encima malestares estomacales y dolores de culo (casi como un parto). Terminamos de cenar temprano y regresamos a mi casa. Como estaba mal del estómago no recuerdo nada más. Las últimas semanas del año fueron ciertamente difíciles. Me enfrenté a rupturas sentimentales que me dejaron como en nokaut, más pendeja de lo habitual. Me alejé de la persona más especial de mi vida los últimos cuatro años, desde que la conocí de hecho. Por más que lo intenté - y vaya que lo intenté- nunca pude desenamorarme de ella, nunca pude dejar de amarla y quererla como mujer. Varias veces me mentalice en verla como amiga, conservarla de esa manera nada más y no pude. Me enamoré de la amiga que siempre quise tener, y enloquecí un poco armando intrigas.

Con nadie me sentía así, libre, sin poses. Me llevó meses y meses quedar suavecita, contarle todo de mí, llorar con ella sin sentirme una imbécil. Sentirme menos sola, saber que ella estaba ahí y me hacía volver de la isla donde me escapo cuando me aburre el mundo (¿asilarme es algo que siempre haré?). Pero, como siempre, mis culpas e inseguridades hicieron lo suyo para joderlo todo, el último año me sentí la peor amiga, la que nunca estaba. La que quedaba mal. Fail. Y fue la última vez que hablamos lo que me hizo poner los dos pies en la tierra y aterrizar de una vez por todas. Quisiera borrar esa llamada en particular, darle delete, pero ahí la tengo, chingandome la madre. En realidad nadie sabe lo que me costó tomar la decisión. Los días y noches que he llorado, lo que aún me duele. No sólo era la mujer de la que me enamoré, era la amiga, que la que sí entendía mis pedos. Doble de difícil. Cuando reflexiono no sé qué de bueno le dejé a ella, espero y haya sido algo. Hay veces en que aún me cuesta aceptar el hecho de que no volverá el ayer y eso lo tengo bloqueado aún. Extrañar duele. No quiero sentirlo, duele. La realidad es que ya no soy una nena, soy una mujer y tengo que hacerme responsable de mis decisiones y sus consecuencias. Y la verdad más cruda: no estoy muy sana emocionalmente. Es de todos sabido que si no estás bien contigo misma, con los demás menos. Al menos quiero que ella esté bien, mucho mejor.

Con F. a ciencia cierta no sé qué fue lo que pasó. Es una chica muy inteligente, interesante, lógica, visionaria y extrovertida pero al mismo tiempo muy atrabancada, impaciente. Yo soy paranoica, desconfiada, y ermitaña. No funciono bajo presión. No me gusta que me presionen a hacer cosas que no quiero. El resultado es ése: estallo, pinto mi raya y me retiro. Lo peor es que hasta me sale natural. Le deseo que le vaya muy bien, es una chica linda y merece que le pasen cosas buenas. Estuve de un humor de aquellos. Apenas comienzo a retomar cosas como el blog. Los primeros días de enero fueron tan fríos que no ayudaban al ánimo. Diego murió, mi perra dio a luz unos perros muy raros porque se cruzó con un criollo, aun así fueron éxito total, seis personas quisieron un perrito bebé en su casa. Uno de mis regalos de intercambio fue la primera temporada de Gossip Girl que vi en las noches, es tan predecible pero aún así tiene gancho, o la puber que hay en mí se emocionó con el amor y odio de las protagonistas. Vi todos los videos de Loca de Mierda en youtube, y el del cumpleaños (lo dejo abajo por si no lo han visto, aunque no lo creo, ella es muy popular) me dio mucha risa. Una cosa es hacer videos (cualquiera los hace) pero otra es tener chispa, o bueno, andar dopada todo el día. Se ve que se divierte. Hacer videos caseros producidos por uno mismo debe serlo.

El cumpleaños

Lo mejor de diciembre fue zombieland. Creo que fue lo único bueno de diciembre, anduve sin pilas :( Bien, PS regresa, quizá no mejor, pero con más de lo mismo, siéntase como en casa.